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sábado, 21 de enero de 2017

¿Reglas o contingencias? La conducta humana según Skinner


Por: Corina Wong
Miembro de Liceo Contextual



El campo del análisis del comportamiento comprometido a la ciencia básica ha pasado por tiempos difíciles. En los años noveles de la psicología como ciencia, se trabajaban con sujetos experimentales no humanos, así pues las ratas y las palomas serían los preferidos por los analistas del comportamiento por diversas razones, eran baratas y sus historias onto y filogenética era bien conocidas y podían ser controladas. No obstante, empezaron a preguntarse qué tanto de los resultados obtenidos podía extrapolarse a la conducta humana. Skinner (1938; en Vaughan, 1989) pensó que quizás la única dificultad en dicha extrapolación fuese en el área de la conducta verbal.


Skinner empezó a notar dos tipos de conducta, una moldeada directamente por las contingencias, y otra alterada por la descripción de las contingencias. En su libro Contingencias del reforzamiento (1979), Skinner se refirió por primera vez a la conducta gobernada por reglas. Planteó que la conducta no siempre estaba moldeada y mantenida por las contingencias, sino que también podía estar gobernada por reglas. Así, las personas no necesitan estar expuestas a las contingencias, bastaba con decirles lo que deben hacer y así darles el conocimiento necesario.

Las reglas como especificadores de contingencias, son normalmente descripciones (tactos) y advertencias (mandos). A través de ellas se intentan reproducir las condiciones de estímulo que definirán la contingencia de la cual se extraen. Si se plantea que el pensamiento hace referencia a las descripciones verbales de las contingencias presentes en determinada situación, entonces en términos skinnerianos, pensar sería una forma de “tactar” contingencias complejas (Peña, 1999).

La conducta moldeada por la contingencia (Skinner, 1979) indica cómo un organismo se comporta de cierto modo con una probabilidad dada debido a que la conducta ha sido seguida por un tipo dado de consecuencia en el pasado. La conducta está bajo el control de estímulos discriminativos anteriores, que especifican la contingencia en la cual se presentará dicha conducta, así pues se espera que en el futuro se presente una contingencia similar.
Los planteamientos de Skinner respecto al análisis del comportamiento humano, cabe resaltar, nunca llegaron a un espacio de laboratorio para ser comprobadas de alguna manera. En el 2012, Ribes señala que Skinner empleó una lógica basada en el criterio de observación de la relación entre las variables de estímulo respuesta. Así, el criterio sobre el cual se fundamentó su planteamiento, fue por la presencia inmediata o no de consecuencias reforzantes luego de la adquisición de la conducta. La relativa esterilidad en la investigación sobre la aproximación skinneriana de la conducta ha tenido sus razones, Peña (1999) señala:

Es paralelamente el resultado del tratamiento reduccionista y la
extrapolación tanto de las categorías y los procesos, como de los
procedimientos y de los hallazgos de las investigaciones realizadas con
sujetos animales en situaciones de laboratorio
. (

En general, Ribes (2012) y Peña (1999) señalan las limitaciones sobre las explicaciones de la conducta verbal, a partir de la teoría del condicionamiento, como las siguientes:

  1. La lógica para la explicación y distinción entre la conducta gobernada por reglas y la conducta moldeada por las contingencias, es la misma del análisis de la conducta operante.
  1. Las inconsistencias lógicas en la definición de la conducta gobernada por reglas.
  1. Las contradicciones en que se incurre al tratar algunos problemas derivados de las propias definiciones y taxonomía propuesta para el estudio de la conducta verbal.


A pesar de las críticas, los estudios teóricos de Skinner dieron sus frutos y sentaron las bases para futuras líneas de investigación (Peña, 1999), siendo la más productiva en el campo de la discriminación condicional, en la elaboración de la teoría de los marcos relacionales, que parte del paradigma de la equivalencia de estímulos y, finalmente, la propuesta de Ribes acerca del lenguaje y el pensamiento como conductas sustitutivas, cuyas propuestas son un desarrollo de los planteamientos de Kantor: la definición de la conducta como interconducta, como una interacción entre organismo y ambiente; y el modelo de campo como un sistema descriptivo y explicativo diferente al tradicional.

El trabajo de Skinner ha sido indudablemente de valioso aporte, planteando conceptualmente las implicaciones de una conducta moldeada por las contingencias y otra gobernada por reglas (Vaughan, 1989). Aún quedan dudas acerca de la verdadera naturaleza de dichas conductas, y si en realidad llegan a ser lo mismo.



No obstante, creo firmemente que en la actualidad se cuenta con las herramientas, tecnologías y equipos necesarios para continuar en la línea de investigación cultivada por él. Quizás haga falta de una revolución teórica que reinterprete los datos y se apropie de nuevos problemas bajo un nuevo esquema conceptual, pues “la teoría del condicionamiento ya dio todo de sí, y debe ser reemplazada como corazón de la teoría de la conducta” (Schoenfeld, 1983; en Peña, 1999). 


Referencias:

Lachman, R., Lachman, J., y Butterfield, E. C. (1979). Cognitive psychology and
information processing. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.

Peña, T. (1999). Algunas insuficiencias del análisis experimental del comportamiento en la explicación del comportamiento humano. Suma
Psicológica, 6(1), 21 -74.

Ribes, E. (2012). Skinner y la psicología: lo que hizo, lo que no hizo y lo que nos corresponde hacer. Apuntes de psicología, 30(1 -3), 77-91,

Ribes, E. y López, F. (1985). Teoría de la conducta. Un análisis de campo y
paramétrico. México: Trillas.

Skinner, B.F. (1979). Contingencias de reforzamiento. Un análisis teórico. México: Trillas.

Skinner. B.F. (1994). Sobre el conductismo. Buenos Aires: Planeta.

Vaughan, M. (1989). Rule-governed behavior in behavior analysis. A theoretical and experimental history. En S.C. Hayes (Ed.) Rule-governed behavior. Cognition, contingencies and instructional control (pp. 97-115). New York: Plenium Press.

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