Aleksandr A.
Fedorov - Novosibirsk
State University
En
palabras de Vygotsky, la psicología marxista avanza a lo largo del camino del
Conductismo Americano solamente hasta cierto punto (1926). Yo supongo que
Vygotsky estaba equivocado. El Conductismo de su tiempo era tan inmaduro como
la psicología marxista, y mucha agua ha corrido bajo el puente desde ese entonces.
La Conductología contemporánea es compatible con el materialismo dialéctico.
Aquí examinaré tres aspectos. En primer lugar, la interpretación materialista
de la causalidad es crucial para ambas. En segundo lugar, la causa y la
consecuencia están dialécticamente relacionadas en la selección por
consecuencias, así que es, de hecho, un modelo dialéctico de la determinación
de la conducta. En tercer lugar, las leyes de la dialéctica son aplicables a la
Conductología.
Palabras clave: Conductismo radical, conductología,
materialismo dialéctico, determinismo, Skinner.
Cada
ciencia necesita filosofía. Quizás, es verdad que en el laboratorio no somos ni
idealistas ni empiristas, ni materialistas dialécticos, sino experimentalistas,
pero como Skinner escribió “una teoría nunca es derribada por los hechos, sino
solo por otra teoría” (Skinner, 1961, p. 240). Una teoría sustenta hechos, y la
filosofía sustenta una teoría. Por consiguiente, la filosofía es inescapable, y
la conductología[1]
esta forzada a buscar su filosofía como cualquier otra ciencia.
Existen
muchas interpretaciones de los trabajos de Skinner, y el materialismo
conductual es la más auténtica (Ullman, 1998). Mi principal tesis es que el
materialismo dialéctico es compatible con la conductología, pero hay algunos
problemas aquí.
a)
Primeramente,
los materialistas dialécticos a menudo se inclinan a interpretar la teoría de
Skinner como materialismo mecanicista
(Leontiev, 1978). Ellos están obviamente equivocados en este caso (si queremos dar
a entender materialismo conductual).
b)
En
segundo lugar, hay muchas formas de materialismo dialéctico y algunos de ellos
son incluso incompatibles con el materialismo en sí mismo. Muchos materialistas
dialécticos incautamente usan términos psicológicos tradicionales (mente,
conciencia, motivo y así sucesivamente), y esto conduce a un desorden. Por
ejemplo, Reese considera que el materialismo dialéctico es una forma de
contextualismo (Reese, 1993). Además sabemos que las interpretaciones
contextualistas del conductismo radical existen, también. Por ejemplo, Jacobson
escribió que “el contextualismo es esencialmente sinónimo con el conductismo
radical, un término que es algo engañoso” (Jacobson, 1997, p. 439). Sin
embargo, fue Watson quien con justicia afirmó: “el Conductismo es un vino nuevo
que no puede ser vertido en botellas viejas” (Watson, 1929). Esto también es
verdad con respecto al materialismo dialéctico (en ciencias conductuales
especialmente). Este necesita un nuevo vocabulario, y la teoría de Skinner puede
proporcionarlo.
Así que ¿qué es
el materialismo dialéctico? “Dialéctico” significa (1) que el universo es un
todo integral en el cual las cosas son interdependientes en vez de una mezcla
de cosas aisladas unas de las otras, y (2) que el mundo material se encuentra
en un estado de movimiento constante. El “Materialismo” sostiene que la única
cosa que existe es la materia. El Materialismo dialéctico combina elementos del
naturalismo de Marx, la filosofía hegeliana y el positivismo francés (Wallon, 1963).
¿Qué
significa el materialismo dialéctico en las ciencias conductuales? Es falaz
creer que es la aplicación directa de la teoría del materialismo dialéctico a
los problemas del comportamiento. Como Vygotsky escribió: “estamos en la
necesidad de una hasta ahora no desarrollada pero inevitable teoría del
materialismo biológico y del materialismo psicológico como una ciencia
intermedia que explique la aplicación específica de las tesis abstractas del
materialismo dialéctico al campo determinado de fenómenos (Vygotsky, 2005, p.
173). Vygotsky calló en una red de términos tradicionales, pero su idea
principal es clara, El materialismo dialéctico en las ciencias conductuales es
el materialismo conductual. Por
alguna sorprendente casualidad, los conductologistas le dieron el mismo nombre
a la filosofía científica que subyace a la conductología. Ullman sugiere los
siguientes términos: materialismo
científico (la orientación materialista entre los científicos
naturalistas), materialismo seleccionista
(la orientación materialista entre investigadores en las ciencias de la vida);
y materialismo conductual (la
orientación materialista en conductología) (Ullman, 1998).
Para
los verdaderos materialistas dialécticos, los atributos
“materialista-dialectico” o “Marxista” de hecho significan “científico”. Por
ejemplo, Vygotsky escribió “todo lo que fue y es genuinamente científico le
pertenece a la Psicología Marxista. Este concepto es más amplio que el concepto
de una escuela o incluso una corriente. Esto coincide con el concepto de
científico per se, sin importar dónde y por quien haya sido desarrollado”
(Vygotsky, 2005, p. 188). La conductología es el estudio científico de la
conducta (dentro del marco skinneriano basado en contingencias), así que podemos
examinar cuidadosamente si la conductología contiene elementos dialécticos. Si
Vygotsky estaba en lo correcto, los encontraremos.
Sin
embargo, déjesenos dar un paso atrás. Ya he escrito que los psicólogos
materialistas dialécticos se inclinan a interpretar la teoría de Skinner como
materialismo mecanicista, pero esta no es la única acusación del conductismo.
Teplov
escribió “La psicología materialista dialéctica se opone directamente al conductismo.
La tarea básica de la psicología soviética es descubrir la explicación
materialista de la psique del hombre y la conciencia” (Teplov, 1957, pp.
258-259). También afirmó que el conductismo surgió del idealismo, porque este
afirma que “la psique y la conciencia son solo accesibles al conocimiento
introspectivo y por consiguiente no pueden estudiarse mediante un método
objetivo” (Ibid., p. 259). Si existe verdad en estas afirmaciones, se refiere
al conductismo metodológico. Skinner afirmó: “el pensamiento no es una causa
mística o un precursor de la acción, o un ritual inaccesible, sino acción en sí
misma, sujeto a análisis con los conceptos y técnicas de las ciencias naturales
y en ultimo instancia a ser explicado en términos de variables controladoras
(Skinner, 1957, p. 449). Es más, “ningún conductista serio alguna vez ha
argumentado que la ciencia debe limitarse a sí misma a los eventos públicos”
(Skinner, 1957, p. 449). Por lo tanto, la conductología toma el punto de vista de
que los eventos privados incluyendo el pensamiento son accesibles a los métodos
de las ciencias naturales.
Otro
prominente psicólogo materialista-dialéctico señaló que: “el conductismo sigue
el esquema mecanicista: estímulo-respuesta. Su descripción de las conexiones
externas entre estímulo y reacción está en consonancia con la metodología
pragmática generalmente positivista”
(Rubinstein, 1957, p. 272). Por lo tanto, los materialistas dialécticos afirman
que el conductismo no solo es mecanicista, sino también positivista. Pero como
Smith mostró, el conductismo radical está alineado con el materialismo, no con
el pragmatismo o el positivismo (Smith, 1986). Skinner mismo escribió: “el
fisicalismo del positivista lógico nunca ha sido un buen conductismo” (Skinner,
1967, p. 325).
Hay
una razón por la que Teplov, Leontiev y Rubinstein rechazaron tanto al conductismo.
Y la razón es que la psicología y la conductología son inconmensurables (Fraley
y Vargas, 1986). Esta inconmensurabilidad brota principalmente del dualismo que
es predominante en psicología, aunque a menudo de manera latente. A pesar del
hecho de que los psicólogos soviéticos formalmente se disociaron ellos mismos
del dualismo e interpretaron los procesos psíquicos materialistamente como el
producto de la materia altamente organizada, eran todavía dualistas que usaban terminología mentalista. Nosotros
deberíamos entender que la psicología materialista dialéctica no es una ciencia
natural. Los puntos de vista de Kedrov sobre la posición de la psicología entre
las ciencias fueron generalmente aceptados. Él siguió la división del mundo en
tres dominios hecha por Engels (naturaleza, sociedad y pensamiento) y sugirió
una clasificación triangular de las ciencias (Kedrov, 1985; Braun &
Baribeau, 1984).
Un círculo unifica a las ciencias en el orden de
emergencia de las formas de la materia
(Naturaleza -> sociedad -> pensamiento / ciencias naturales -> ciencias
sociales -> filosofía)
Vemos que la psicología cae fuera de este círculo de ciencias
No es ni una ciencia natural ni una
ciencia social ni una ciencia filosófica, aunque tiene los lazos más cercanos
con la filosofía (Kedrov, 1985). Al mismo tiempo, la conductología es
indudablemente una ciencia natural, así que es incompatible con la psicología
desde el punto de vista materialista dialéctico.
Pero cuando
comparamos la conductología y la psicología materialista dialéctica, la figura
clave es ya mencionada, Vygotsky. Me gustaría proporcionar una cita más bien
larga donde las posiciones de Skinner y Vygotsky son yuxtapuestas:
Podemos ver aquí
que Riviere cree que las posiciones de Vygotsky y Skinner son más bien
cercanas. Y podemos concluir que la teoría histórica-cultural de Vygotsky quizás
tenga mucho que ofrecer a la conductología para alcanzar una mejor comprensión
de la naturaleza de la conducta. En relación al agencismo de Vygotsky, sin
embargo, deberíamos decir que no hay una solución generalmente aceptada en ese
caso. Riviere escribe que, en palabras de Vygotsky, la conciencia ejerce una
influencia causal sobre la conducta. Pero ¿puede la conciencia ser una agencia,
si “la conciencia no ocurre como una categoría específica, como un modo
especifico de ser” como Vygotsky escribió en “La conciencia como problema de la
psicología de la conducta”? Vygotsky afirmaba que la conciencia es “una
estructura muy compleja de comportamiento” (Ibid.), y Skinner señalaba que el
“yo” era “un dispositivo para representar un sistema de respuestas unificado
funcionalmente” (Skinner, 1953, p. 285). En mi opinión, ellos están de acuerdo
en puntos de vista sobre esta cuestión, y me atrevo a decir que para Vygotsky
la conciencia no es una agencia, aunque sus trabajos contradictorios permiten
llegar a la conclusión absolutamente diferente. A este respecto, Skinner tiene
una ventaja indudable e inestimable sobre Vygotsky: él creó un lenguaje
científico consistente, mientras Vygotsky usó términos tradicionales y así su
trabajo quizás sea leído de esta manera u otra. Sin embargo. El trabajo de
Vygotsky puede ser considerado como un manual para la aplicación del método
dialéctico a la psicología, y los conductólogos pueden beneficiarse de ello.
Resumiendo este
punto, podemos comparar las posiciones de Skinner y Vygotsky usando las leyes
de la dialéctica.
Antes de todo,
Riviere correctamente advierte que ambos “van fuera del sujeto” con el
propósito de explicar la conducta humana. De hecho, es la aplicación de la ley de la negación, que es la primera
ley de la dialéctica. Por un lado, Skinner y Vygotsky niegan la entidad
interna, la cual es la causa de sí misma. Por otro lado, ambos niegan la
psicología antigua.
Entonces
Vygotsky trata de usar la ley de la
negación de la negación. Estrictamente hablando, se adentra en el sujeto regresando
a las causas internas. Como Riviere indica, “el sistema de auto-regulación,
cuando es internalizado, modifica dialécticamente la estructura interna del
sujeto” (Riviere, 1990, p. 204). Y exactamente en este punto Vygotsky comete un
error. No tomó en cuenta que el retorno al lenguaje antiguo era imposible. Él
sigue la dirección correcta, pero en un bus equivocado. Puede sonar suficientemente
extraño, pero un conductista también tiene que adentrarse en el sujeto, si trata
de seguir la dialéctica. Y es el problema de lo privado que concierne al
problema de “ir hacia dentro”. Podemos construir un argumento lógico.
1.
Skinner
considera el ser de los eventos privados. De hecho, ellos son condiciones
corporales y conducta encubierta.
2.
Nada
puede existir fuera de la interacción. La conexión mutua y la condicionalidad
mutua de los fenómenos de un mundo material es uno de los axiomas del
materialismo.
3.
Los
eventos privados existen, consecuentemente ellos son causas de algo y efectos
de algo.
La conducta
encubierta tiene una influencia sobre la conducta abierta. Pero deberíamos
entender que los eventos privados no son causa de la conducta en el sentido en
que causa es usada en la psicología tradicional. Ante todo, la causalidad no es
necesariamente directa. Skinner escribió que “los eventos privados en el mejor
de los casos no son más que un enlace en una cadena causal, y usualmente ni siquiera
eso. Podríamos pensar antes de actuar en el sentido de que podemos comportarnos
de manera encubierta antes de comportarnos de manera abierta, pero nuestra acción
no es una “expresión” de la respuesta encubierta o la consecuencia de ella
(Skinner, 1953, p. 279). Así que Skinner piensa que los eventos privados podrían
ser al menos “un enlace en una cadena causal”. Y en segundo lugar, la causalidad
no es necesariamente total. Tiene un estado probable.
Skinner señaló
que “nosotros no podemos dar cuenta de la conducta de ningún sistema mientras
permanezcamos totalmente dentro de él” (Ibid., p.35). Pero ¿podemos estudiar la
conducta permaneciendo totalmente afuera? Tendremos que aplicar la ley de la
negación de la negación y entrar en un sujeto en busca de una descripción más
completa de la conducta. Pero cuando se entra, tenemos que recordar que “Un
evento puramente privado no tendría lugar alguno en un estudio de la conducta,
o quizás en cualquier ciencia, pero los eventos que son, por el momento al
menos, accesibles solo al individuo mismo a menudo ocurren como enlaces en
cadenas de otro modo públicas y deben entonces ser considerados. En el
autocontrol y el pensamiento creativo, donde el individuo en gran parte está
enfrascado en manipular su propia conducta, es probable que este sea el caso”
(Ibid., p. 229). No tenemos que guardar espacio alguno para el dualismo. Los
eventos públicos y privados no son físicos o mentales. Y si un evento privado no
puede ser distinguido por alguna estructura o naturaleza especial, no podemos
decir que no tiene un efecto causal sobre la conducta
En el asunto
podemos concluir que:
a)
La
imagen distorsionada del conductismo radical de Skinner domina la psicología
materialista-dialéctica.
b)
La
psicología materialista-dialéctica se atascó en la terminología mentalista.
Ello puede estar relacionado con el hecho paradójico de que Marx no era un
materialista consistente, y la psicología era un blanco fácil para esta
inconsistencia al compararla con las ciencias naturales. De hecho, el
naturalismo de Marx es distinto tanto del idealismo como del materialismo, y
los unifica a ambos (Marx, 1959).
c)
A
pesar de ello, el materialismo dialéctico es materialismo científico, por
encima de todo. El método dialéctico demuestra poder y eficiencia en las
ciencias naturales (v.g., biología y física), y la conductología, como una
ciencia natural, puede apoyarse en este método también.
Por consiguiente
¿debería la conductología dialogar con el materialismo dialéctico? Yo tengo el
punto de vista de que si debería. Y la cosa más esencial que la conductología
debería aprender de este dialogo es porque el materialismo dialéctico fracasó como
materialismo. La doctrina materialista-dialéctica trató de adherirse a las
mismas ideas que el materialismo conductual:
a)
monismo
materialístico;
b)
determinismo;
c)
seleccionismo;
d)
estudio
de la conducta humana dentro del ambiente;
e)
énfasis
en el cambio (control) en vez de la descripción.
Entonces ¿por qué
el materialismo dialéctico falló como materialismo en el campo de las ciencias
conductuales? La respuesta a esta pregunta es algo para el futuro, pero
nosotros necesitamos esta respuesta. Los registros históricos sugieren que
diferentes conductismos condujeron al cognitivismo, idealismo, contextualismo y
así sucesivamente. Existen interpretaciones idealísticas del conductismo
radical, y la conductología debería ser conciente de las rutas sin salida.
Las similitudes
listadas son más bien generales, así que, en conclusión, me gustaría brindar dos
elementos dialécticos más específicos de la conductología.
En primer lugar,
la selección por consecuencias es, en esencia, un modelo de interacción. La interacción es una categoría dialéctica
que rechaza la noción estereotipada de que causa y consecuencia son dos polos
invariablemente adversos. Cualquiera de los lados interactuantes es la causa
del otro y es la consecuencia de la influencia simultánea del lado opuesto. Por
lo tanto, podemos suponer que la selección por consecuencias es un modelo
dialéctico de la determinación de la conducta. Una consecuencia de una cierta
conducta (cambio en el ambiente) es simultáneamente la causa de que esta
conducta ocurra más a menudo o raramente. No obstante, tenemos que recordar que
causalidad e interacción no son intercambiables.
En segundo
lugar, las leyes de la dialéctica son aplicables a la conductología. Tomemos
por ejemplo los eventos públicos y privados. Skinner escribió “La conducta
encubierta a menudo parece ser como la abierta excepto que aquella ocurre a una
escala menor” (Skinner, 1957, p. 434). Podemos decir que un cambio cuantitativo
de la conducta lleva a un cambio cualitativo: un evento público se vuelve un
evento privado (¿ley dialéctica de la trasformación de la cantidad en
cualidad?).
Hay tres
dominios de la ciencia generalmente aceptados: físico, biológico y conductual.
De hecho, esta división es una escalera de la complejidad de la materia. El
desarrollo de los eventos físicos lleva a la emergencia de los eventos biológicos,
y el desarrollo de los eventos biológicos lleva a la emergencia de los eventos
conductuales. A pesar de eso, cualquier evento biológico es al mismo tiempo un
evento físico, y cualquier evento conductual es biológico y físico. La conducta
encubierta emerge de la conducta abierta, y podemos decir que es una transición
del mismo orden que la transición desde, por ejemplo, un nivel físico a un
nivel biológico. Si esto es verdad, entonces podemos con justicia aseverar que
los eventos privados son eventos conductuales; pero, al mismo tiempo, poseen
algunas características que están ausentes en el nivel de la conducta abierta.
Por ejemplo, Vygotsky afirmaba que el discurso interno emerge del discurso
externo, pero tiene propiedades adicionales, por ejemplo, es abreviado. Es más,
si esto es así, entonces los eventos privados abren posibilidades de
colaboración entre la conductología y la psicología materialista-dialéctica. En
este camino, ambas deberían cambiar. La conductología debería prestar más atención
a los eventos privados y la psicología materialista-dialéctica debería ser
menos mentalista.
Blanshard, B. y Skinner, B. F. (1967). The problem of Consciousness – A Debate.
Philosophy and Phenomenological Research, 27 (3), 317-337.
Braun, C. M. J. y Baribeau, J. M. C. (1984). The classification of
Psychologu among the Sciences from Francis Bacon to Boniface Kedrov. The Journal of Mind and Behavior, 5(3),
245-260.
Fraley, L. E. y Vargas, E. A. (1986). Separate Disciplines: The Study of
Behavior and the Study of the Psyche. The
Behavior Analyst, 9, 47-59.
Jacobson, N. S. (1997). Can Contextualism Help? Behavior Therapy, 28, 435-443.
Kedrov, B. M. (1985). Kalssifikaciâ
nauk. Prognoz K. Marksa o nauke budušego [Classification of the Sciences.
The Prognosis of Marx about the Science of the Future]. Moscow: Mysl’.
Leontiev, A. N. (1978). Activity,
Consciousness, and Personality. New York: Engelwood Cliffs.
Marx. K. (1959). Economic and
Philosophical Manuscripts of 1884. Moscow: Progress Publishers.
Reese, H. W. (1993). Contextualism and Dialectical Materialism. En S. C.
Hayes, L. J. Hayes, H. W. Reese y T. R. Sarbin (Eds.), Variesties of Scientific Contextualism (pp. 71-110). Reno, NV:
Context Press.
Riviere, A. (1990). Language and Theory of Mind: Vygotsky, Skinner and
beyond. En D. E. Blackman y H. Lejeune (Eds.), Behavior Analysis in Theory and Practice: Contributions and
Controversies (pp. 199-213). Hillsdale, NJ: Erlbaum.
Rubistein, S. L. (1957). Questions of Psychological Theory. En B. Simon
(Ed.), Psychology in the Soviet Union (pp.
264-278). London: Routledge & Kegan Paul Ltd.
Skinner, B. F. (1953). Science and
Human Berhavior. New York: Macmillan.
Skinner, B. F. (1957). Verbal
Behavior. New York: Appleton-Century-Crofts.
Skinner, B. F. (1961). Cumulative
Record. New York: Appleton-Century-Crofts.
Smith, L. D. (1986). Behaviorism
and Logical Positivism. Stanford, CA: Stanford University Press.
Teplov, B. M. (1957). Objective Method in Psychology. En B. Simon (Ed.),
Psychology in the Soviet Union (pp.
246-263). London: Routledge & Kegan Paul Ltd.
Ullman, J. D. (1998). Radical Behaviorism versus Pragmatism. Artículo
presentado en la 10° Convención de la International Society for Behaviorology. Tampa.
Vargas, E. A. (2000). Diversity in the Communities of Behavioral Science
and the Species Specific Character of Behaviorology. Behaviorology,
5 (1), 38-63.
Vygotsky, L. S.
(2005). Istoriceskij smysl psihologiceskogo krizisa [El Significado Histórico
de la Crisis en Psicología]. En L. S. Vygotsky, Psihologiâ razvitiâ celoveka [Psicología del Desarrollo Humano]
(pp. 41-190). Moscú: Smysl; Èksmo.
Wallon, H.
(1963). Psychologie et matérialisme dialectique. Enfance, Numero special “Henri Wallon, buts et méthodes de la
psychologie”, Janvrier-avril, 31-34
Watson, J. B. (1929). Behaviorism – the Modern Note in Psychology. En J.
B. Watson y W. MacDougall, The Battle of
Behaviorism (http://psychclassics.yorku.ca).
[1] Siguiendo
a E. A. Vargas, definimos la Conductología como una ciencia que aborda las
relaciones de contingencia entre las acciones y otros eventos. También realiza
una observación muy significativa de que “su marco de interpretación skinneriano
basado en contingencias, con su firme exclusión de la agencia, distingue a la
conductología de otras ciencias de la conducta” (Vargas, 2000, p. 44).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario