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lunes, 8 de febrero de 2016

¿Por qué un conductista se siente tan cómodo haciendo terapia contextual?

Darwin Gutierrez 
Miembro de Liceo Contextual

Hace ya algunas veces (solo una y por casualidad) que me lo han preguntado. La mayor parte atino a señalar que la raíz epistemológica de los procedimientos contextuales proviene de una filosofía conductista, pero cuando voy por la tercera palabra y observo el bostezo sospecho que no es el momento indicado para explayarme. Aprovecharé el medio para hacer un top 4:

Visión Acción-Circunstancia
Desde Watson (1913), se consideró a la conducta como objeto de estudio, señalando que no se requería más elementos que este y su ambiente para ser analizados. Aunque esta última parte fue descuidada por los críticos, tratando de propagar la idea de que el conductismo solo le interesa la conducta entendida como acción visible, e incluso metodológicamente obviada por algunos investigadores posteriores; las terapias contextuales rescatan la importancia de ver lo psicológico como la relación conducta-contexto. Perez-Alvarez (2014) utilizando a Ortega y Gasset (1985) nos colocan a la “acción en su circunstancia” como centro de su aproximación conceptual de hombre. Resaltando una visión no fatalista (ni mecanicista), sino posibilitadora de una variedad de reacciones del organismo, en especial del ser humano. Siendo compatible con los postulados de Kantor (1990) con respecto a lo imposible que es ver el acto humano sin tener en cuenta el sentido que le otorga su cultura vigente y su historia.

Principios vs. Técnicas: Una forma divertida de extrapolar conocimiento
La generación de técnicas psicológicas parecían suficiente en los lejanos 60’ y 70’, su relativa fácil protocolización y manualización hacían posible anexarse a paquetes terapéuticos de distinto origen. Uno de los resultados más notables y exitosos de esta visión la podemos encontrar en la TCC estándar (Labrador, 2008). Sin embargo en los últimos años se observó que su participación solo explica un bajo porcentaje del cambio terapéutico. Las habilidades del terapeuta, el manejo del marco explicativo vinculado con la comodidad con la misma, se convierten en una pieza fundamental. Por lo tanto los conductistas de antaño, que debido a la vigencia de la TCC usaban procedimientos cognitivos y cuya eficacia podría verse afectada, tuvieron que elegir entre volver a un entendimiento mediacional o dedicarse exclusivamente al trabajo teórico-experimental. Las terapias contextuales permiten no tener que elegir entre efectividad y coherencia, haciendo posible la compatibilidad entre lo que se hace-dice en terapia y lo manejado en el trabajo de ciencia básica, con buenos estándares de evidencia (Behavioral activation, ACT y DBT figuran en el recuadro de terapias con evidencia empírica de la APA, Crespo, Bernaldo de Quirós, Roa, Gómez y Roa, 2012). Esta relación, psicología experimental-terapia contextual, recibe el nombre de principio terapéutico; además haciendo posible el análisis de otras aproximaciones terapéuticas sin necesidad de eclecticismo.


Los formadores como science-boys
Al convertir a los principios terapéuticos como el contexto de cambio, algo así como la cereza del pastel, se hace necesario su aprendizaje mediante una aproximación por competencias. Esta no se logra solamente por personas que manejan sus procedimientos sino por aquellas que manejan la generación/vigencia de dichos principios. No es casualidad que la mayor parte de entrenadores calificados hayan o estén realizando investigación experimental de ciencia básica. De esta forma sirviendo de inspiración para que nuevas generaciones sientan atracción por el trabajo de psicología experimental, no solo degustando de la cosecha sino también disfrutando de la siembra. Una conversación de ciencia nunca está de más en las capacitaciones.

Evaluación habilidades- competencias
Desde antes de que se declarada formalmente a la morfología (solo lo observable o describible con palabras) como el enemigo número uno de la psicología científica (Ribes, 1994), el conductismo resaltaba la importancia de analizar la función del comportamiento. Siendo inevitable las discrepancias con los diversos manuales diagnósticos existentes en la galaxia (DSM-5 y CIE-10), encontrando una tregua momentánea en el abordaje TCC estándar. Investigaciones de diversas tradiciones y movimientos sociales han dado la alerta de la necesidad de incorporar nuevas formas evaluativas que promuevan la adherencia al tratamiento (Miller y Rollnick, 2008). Las terapias contextuales de este modo proponen conceptos funcionales para analizar las problemáticas de salud mental, reafirmando que las personas “no tienen algo malo dentro suyo” sino una relación con su contexto que le causa dificultades vitales, la cual puede ser expresada en competencias-habilidades evitando el prejuicio y la estigmatización.
Estas son solo algunas de las razones. Ya volveremos por más…


Referencias:
  • Watson, J. (1913). Psychology as the behaviorist views it. The psychological Review, 20, 158-177.
  • Ortega y Gasset, J. (1985). La rebelión de las masas. México: Planeta.
  • Perez-Alvarez, M. (2014). Las terapias de tercera generación como terapias contextuales. España: Síntesis.
  • Labrador, F.  (2008). Técnicas de modificación de conducta. España: Pirámide.
  • Ribes, E. (1994). El análisis de la conducta humana: la morfología como enemigo público número uno. En: Hayes, L; Ribes, E; Lopez, F. Psicología interconductual: contribuciones en honor a J.R. Kantor. México: Universidad de Guadalajara.
  • Kantor, J.R. (1990). La evolución científica de la psicología. México: Trillas.
  • Crespo, M; Bernaldo de Quirós, M; Roa, A; Gómez, M.M. y  Roa, R. (2012). Guía de Referencia Rápida de Tratamientos Psicológicos con Apoyo Empírico. Recuperado 08/12/15 del sitio web del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos I de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid: http://www.ucm.es/info/psclinic/guiareftrat/index.php
  • Miller,  W. y Rollnick, S. (2008). La entrevista motivacional: preparar para el cambio de conductas adictivasBarcelo: Paidos.



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