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domingo, 26 de junio de 2022

CONDUCTISMO Y BUDISMO II: El yo como búsqueda apresurada de la felicidad

“La Noción del YO desde el Budismo y el Triflex de ACT”

 

Diana Yasmin Llamocca Ciriaco

Estudiante de Psicología del VIII ciclo de la Universidad Autónoma del Perú.

 

Se puede entender, desde el budismo, el concepto del “yo” como algo infinito, ya que según el Dalai Lama; este no presenta ni principio ni fin. Por consiguiente, descubrimos el universo desde un “ego” que hemos creado paso a paso.

Ahora bien, desde tiempos remotos, cuando aún el hombre vivía en las cavernas (trogloditas), buscaba “sobrevivir” y de alguna manera adaptarse a su ambiente, el cual no solo le proveía las condiciones necesarias para abastecerse (agua, fuego, animales, vegetales y frutos) sino que también “peligros” que involucraban la muerte.

En el presente siglo, el ser humano más que poder sobrevivir está sumergido en una búsqueda inmersa hacia la felicidad, tratando de localizarla en vanidades efímeras; encontrándose así cada vez con más sufrimiento, el cual llega solo después de haberle brindado cierto dote de “placer o satisfacción momentánea”.

En el vídeo “Happines” de Steve Cutts, se observa como el autor ha querido plasmar la cruda realidad humana, utilizando de forma metafórica a los roedores. En consecuencia, se aprecia como uno en particular está detrás de lo que la sociedad impone como “felicidad”. Sin lugar a dudas, se trata de un juego en el que es imposible ganar, es decir, una especie de círculo vicioso que te mantiene dando vueltas, corriendo hacia algo que solo existe en su materialidad, pero no en su esencia.

Es así que este roedor va atravesando cada situación que se encubre de felicidad sin quedar conforme, o como se diría en el lenguaje cotidiano; “satisfecho”. De modo que el consumismo insaciable (compras y artículos innecesarios) y las adicciones (licor, drogas, etc.) lo retiran de la realidad, para después arrojarlo a su medio existente, dejándolo con una especie de vacío interno.

No obstante, algo que se debe remarcar y no se debe pasar por alto, es la “prisa”, misma que se ve traslapada en el siglo XXI, dado que nos ciega de la contemplación y el proceso. En cierta medida, cada uno de nosotros busca algo o espera encontrar algo, sin embargo, no todos lo hacen en el mismo ritmo, la sociedad que refuerza la inmediatez empuja al abismo a muchos, de esta forma las personas suelen aferrarse completamente a los resultados que desean alcanzar, sin disfrutar del camino que los lleva hacia ese “algo”.

Agregando a lo anterior, queda al descubierto el “trabajo”, manifestándose como una especie de esclavitud moderna, de la que no todos pueden rehusarse, dado que este mismo trabajo les provee de dinero, lo que implica un medio para compensar sus necesidades, lo cual da como resultado; la “estabilidad”.

Por consiguiente, consideremos vivir la vida con ética, no como forma de imposición, deber u obligación, dado que ello restringe nuestra libertad. De acuerdo a la filosofía budista, la ética debe ser practicada como algo que nace de nosotros mismos, de forma consciente, solo así podremos construir nuestra verdadera libertad.

No obstante, para llevarlo a acabo, es necesario tener un sentido de vida, puesto que, nosotros además de impactar a los otros con nuestro actuar, nos impactamos a nosotros mismos. Siguiendo en la misma línea, es absurdo tratar de buscar la felicidad en el exterior, puesto que no la hallaremos y probablemente terminemos acabados como aquellos roedores. Continuando con el Dalai Lama, es más sabio poder enfocarnos en hallar nuestra paz interior, y proyectarlo en nuestras acciones, aquellas que se espera no sean egoístas, injustas e invalidantes.

Para finalizar; y haciendo hincapié al Triflex de ACT, esta terapia contextual de tercera generación, tiene como principal objetivo ayudar a los pacientes o consultantes a crear una vida plena, valiosa y significativa al mismo tiempo. Pero… ¿Cómo se logra eso?

La respuesta, sin lugar a dudas, está en el Triflex de ACT, aquí los seis procesos centrales terapéuticos de la terapia se agrupan en unidades “funcionales”.

a)      Apertura (Defusión cognitiva y Aceptación) implica que uno se despegue de sus propios pensamientos o sentimientos, aquellos que usualmente se toman como propios, fiables y verdaderos, cuando en su mayoría de veces no lo son. De este modo, se abre espacio para permitirnos sentir y pensar sin hacernos dueños absolutos de aquello que grita nuestra “mente” y nos lastima.

b)      Estar presente (Yo-Contexto y Contacto con el momento presente) es un ejercicio arduo cognitivo por mantenernos presentes en el aquí y ahora, sin ir a prisa hacia el futuro y sin retroceder para sumergirnos en el pasado. Según Harris (2009) Significa “estar presente”.

c)      Hacer lo que importa (Acción comprometida y valores) involucra el uso del lenguaje y el compromiso, es decir, verbalizar y hacer acciones valiosas que nos llevaran hacia donde queremos llegar (objetivos, metas) de una forma saludable.


Harris, R. (2009). El Triflex de ACT [Figura]. En R. Harris, ACT simplificado (p.16). Oakland, CA: Nuevo heraldo

 

Por tanto, la filosofía budista y la filosofía contextual conductual poseen relaciones estrechas aparte de mostrar un camino idóneo al vivir diario, está en nuestras manos la responsabilidad de hacer uso de ellas o no.

 

“El cambio verdadero viene de dentro, deja lo de afuera como esta” – Dalai Lama.

"Hay tanto vivir en un momento de dolor como en un momento de alegría" – Strosahl

 

Referencias bibliográficas:

Varela, F. (1999). Dormir, soñar, morir. Nuevas conversaciones con el Dalai Lama. Editorial Dolmen Ensayo.

Harris, R. (2009). ACT simplificado: una introducción fácil de leer sobre la terapia de aceptación y compromiso. Oakland, CA: Nuevo heraldo.

            Cutts, S. [Steve Cutts]. (24 de noviembre del 2017). Happiness [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=e9dZQelULDk 

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